TODO POR EL PUEBLO PERO SIN EL PUEBLO

"España no va bien. A pesar de que los últimos resultados macroeconómicos hagan vislumbrar una pequeña luz al final de este angosto túnel, la situación socio-política se encuentra en estado crítico.

Así, mientras que los problemas derivados de la Economía puedan verse solucionados con una concatenación de buenas decisiones en este ámbito, la verdadera crisis que asola nuestro país tan solo puede atajarse a través de un proceso constituyente.

Ayer escuche cómo un señor le decía a otro, entre vehementes gesticulaciones, que nuestra Constitución era una escoria. Desde mi humilde punto de vista, eso no es cierto. Tenemos una Carta Magna de la que hemos de sentirnos orgullosos, pues ha sido el punto de inflexión para iniciar una etapa democrática conciliando, al menos en parte, a las dos Españas eternamente enfrentadas.

No obstante, "bueno" casi siempre implica "mejorable" por lo que, más de treinta años después, puede que vaya siendo hora de modificar todos aquellos fallidos experimentos que el tiempo haya sacado a relucir o todas aquellas palabras excesivamente cautas o ambiguas.

Con tanto por hacer, ¿por dónde empezaría yo tan ambiciosa reforma?Sin lugar a dudas, por el Título IX: el Tribunal Constitucional. Órgano garante del texto constitucional que vela porque se respete y se cumplan los mandatos que en éste se consagran.

Sus miembros tienen, si cabe, más poder que la propia Constitución. En sus manos está la facultad de interpretar qué es aquello que el constituyente quiso decir en su día; de buscar el espíritu de la Ley suprema. Sus sentencias son las únicas capaces de modelar el rígido contorno de nuestra Carta Magna.

¿Cómo dejar una labor tan trascendental al libre albedrío de un Tribunal a todas luces politizado?
Lejos de la idea de separación de poderes de Rousseau, el Congreso tiene el control de absolutamente todo. Poder ejecutivo, legislativo y judicial. ¿Cuánta diferencia existe entre poder que ostentaban los reyes de las Monarquías Absolutas y aquel del que dispone la clase política en nuestros días?"

                                                                                                    ARIANNA VÁZQUEZ FERNÁNDEZ